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	Problemas y Experimentos Recreativos (Yakov Perelman)
En 1913 se puso a la venta el libro del eminente pedagogo Yakov Isidorovich Perelman "Física Recreativa". Esta obra conquistó pronto el corazón de sus lectores, sobre todo de la juventud, que halló en ella respuesta a muchos problemas que le preocupaban.
La "Física Recreativa no sólo era interesante por la forma en que fue escrita, sino también porque contenía un enorme material cognoscitivo.
En el prólogo a la undécima edición, Yakov I. Perelman escribía: "El objetivo fundamental de la "Física Recreativa" es estimular la fantasía científica, enseñar al lector a pensar con espíritu y crear en su mente numerosas asociaciones de conocimiento físico relacionados con los fenómenos más diversos de la vida cotidiana y con todo aquello con que mantiene contacto". "Física Recreativa" se convirtió en unos de los libros más populares.
Yakov I. Perelman nació en 1882 en la ciudad de Bielostok. En 1909 terminó sus estudios en el Instituto Forestal de San Petersburgo con el título de silvicultor.
Después de "Física Recreativa", Yakov I. Perelman escribió otros libros, en los cuales se acreditó como magnífico popularizador de la ciencia. Sus obras más conocidas son: "Aritmética Recreativa", "Matemáticas Recreativas", Geometría Recreativa", "Astronomía Recreativa", "Mecánica Recreativa", "Física a cada paso", Trucos y pasatiempos" y otras. Ahora cada lector culto conoce estos libros.
También escribió varios libros dedicados a los problemas de los viajes interplanetarios ("Viajes interplanetarios", "A las estrellas en cohete", "Lejanías del Universo" y otros.
El gran científico K. E. Tsiolkovski: "El autor es conocido desde hace tiempo por sus obras populares, ingeniosas y completamente científicas sobre Física, Astronomía y Matemáticas, escritas además con un estilo maravilloso y fácil de asimilar por los lectores".
Yakov I. Perelman es autor de toda una serie de libros de texto así como de diversos artículos en las revistas "El Saber es Fuerza", "Técnica de la Juventud" y otras.
Yakov I. Perelman no sólo se dedicó a la pedagogía y a la actividad científica y literaria. Dedicó también mucho tiempo a su enorme trabajo de redacción, ya que fue redactor de revistas "La Naturaleza y los Hombres" y "En el Taller de la Naturaleza". Yakov I. Perelman murió de hambre, en el sitio de Leningrado, el 16 de marzo de 1942.
Muchas han sido las generaciones que estudiaron con interés los amenos libros de Yakov I. Perelman. Sus obras seguirán conmoviendo en el futuro a las nuevas generaciones. 

 

Grandes Ideas de la Ciencia





Isaac Asimov, siendo a la vez uno de los más prestigiosos divulgadores científicos de la actualidad y uno de los grandes maestros de la narrativa de ciencia ficción, que sin renunciar ni a un ápice al rigor científico, convierte las más claras y precisas explicaciones en algo tan ameno y sugestivo como el mejor relato.
En este grupo de artículos, abarca una amplia gama de grandes ideas que impulsaron el desarrollo de la ciencia, hasta lo que conocemos hoy.
Nos relata, por ejemplo, cómo Tales de Mileto se pregunta ¿De qué está compuesto el universo? Y a esta pregunta, tan importante, le dio una solución falsa: «Todas las cosas son agua».
La idea, además de incorrecta, tampoco era original del todo. Pero aún así es uno de los enunciados más importantes en la historia de la ciencia, porque sin él, u otro equivalente, no habría ni siquiera lo que hoy entendemos por «ciencia».
La importancia de la solución que dio Tales se nos hará clara si examinamos cómo llegó a ella. A nadie le sorprenderá saber que este hombre que dijo que todas las cosas eran agua vivía en un puerto de mar.
Mileto, que así se llamaba la ciudad, estaba situada en la costa oriental del Mar Egeo, que hoy pertenece a Turquía. Mileto ya no existe, pero en el año 600 A. C. era la ciudad más próspera del mundo de habla griega. Al borde del litoral No es impensable que Tales cavilase sobre la naturaleza del universo al borde del mar, con la mirada fija en el Egeo.
Sabía que éste se abría hacia el sur en otro mar más grande, al que hoy llamamos Mediterráneo, y que se extendía cientos de millas hacia el Oeste.
El Mediterráneo pasaba por un angosto estrecho (el de Gibraltar), vigilado por dos peñones rocosos que los griegos llamaban las Columnas de Hércules. Más allá de las Columnas de Hércules había un océano (el Atlántico), y los griegos creían que esta masa de agua circundaba los continentes de la Tierra por todas partes.
El continente, la tierra firme, tenía, según Tales, la forma de un disco de algunos miles de millas de diámetro, flotando en medio de un océano infinito. Pero tampoco ignoraba que el continente propiamente dicho estaba surcado por las aguas. Había ríos que lo cruzaban, lagos diseminados aquí y allá y manantiales que surgían de sus entrañas. El agua se secaba y desaparecía en el aire, para convertirse luego otra vez en agua y caer en forma de lluvia. Había agua arriba, abajo y por todas partes.


Isaac Asimov
(Petrovichi, Smoliensk, 1920 - Nueva York, 1992) Escritor estadounidense de origen ruso que destacó especialmente en el género de la ciencia-ficción y la divulgación científica  Fue un escritor prolífico (más de quinientos títulos publicados) y gran divulgador, la obra futurista de Asimov ha gozado de gran popularidad por el sabio equilibro que consigue entre el estilo, la imaginación literaria y el mundo tecnológico y científico




 Quienes se sientan subyugados por la invencibilidad del espíritu humano y la incesante eficacia del método científico como herramienta útil para desentrañar las complejidades del Universo, encontrarán muy vivificador e incitante el veloz progreso de la Ciencia.
Pero, ¿qué decir de uno que pugna por elucidar cada fase del progreso científico con la específica finalidad de hacerlo inteligible para el gran público? En este caso interviene una especie de desesperación, que atenúa dicha acción vivificadora y estimulante.
La Ciencia no quiere estancarse. Ofrece un panorama lleno de sutiles cambios y esfumaciones, incluso mientras la estamos observando. Es imposible captar cada detalle en un momento concreto, sin quedarse rezagado inmediatamente.
Cuando se publicó The Intelligent Man's Guide to Science, allá por 1960, el progreso, científico no tardó en rebasar su contenido. Así, pues, fue preciso publicar The New Intelligent Man's Guide to Science en 1965 para analizar, por ejemplo, elementos tales como el cuasar y el láser, términos desconocidos en 1960 y de uso común dos años después.
Pero, entretanto, la Ciencia ha proseguido su inexorable marcha. Y ahora se plantea ya la cuestión de los pulsars, los orificios negros, la deriva de los continentes, los hombres en la Luna, el sueño REM, las oleadas gravitacionales, la holografía, el AMP cíclico..., todo ello posterior a 1965.
Por consiguiente, le ha llegado el turno a una nueva edición, la tercera. Pero, ¿cómo convendría titularla? ¿Tal vez The New New Intelligent Man's Guide lo Science? Evidentemente, no.
Ahora bien, allá por 1965 escribí una introducción a la Biblia, en dos volúmenes, cuyo título llevaba mi propio nombre, así como una introducción a la obra de Shakespeare, también en dos volúmenes. ¿Por qué no emplear aquí el mismo sistema? Demos, pues, entrada a esta edición de mi introducción a la Ciencia titulándola, sin más, Asimov's Guide to Science.
                                                                                           Isaac Asimov





Basta con el título del libro, para saber el tema y objetivos del libro. Sabiendo quien es el autor, ya está todo aclarado. Un buen libro de historia de la ciencia. Que nos lleva por todo el desarrollo de la búsqueda de los distintos elementos de que se compone la naturaleza, y por último del desarrollo de la tabla periódica, poniendo orden y a cada elemento en su lugar.
En este libro, Isaac Asimov nos cuenta las investigaciones realizadas por el hombre durante 2.600 años para identificar la materia de que está compuesto el Universo.
Desde Tales de Mileto hasta Seaborg, de California, de la alquimia al ciclotrón, desde la búsqueda del secreto de convertir el plomo en oro a la fabricación de los elementos artificiales, todo ello ha constituido un cautivador relato de descubrimientos alocados, de falsificaciones y de ideas brillantes.
Entre todos los héroes que han luchado por poner al día nuestro saber acerca de los elementos, podemos citar a Lavoisier, a Mendeleiev, a los Curie... Pero también ocupan un destacado lugar los pensadores griegos; los alquimistas, con su piedra filosofal y sus elixires de larga vida; la magia en general.

Isaac Asimov fue uno de los más grandes escritores de ciencia-ficción y de divulgación científica de todos los tiempos. En cuanto a la ciencia-ficción, él fue uno de los Tres Grandes , siendo los otros dos Robert Heinlen (que falleció en 1988) y Arthur Charles Clarke. Su producción abarcó una inmensa variedad de temas: ciencia-ficción, fantasía, misterio, astronomía, física, química, bioquímica, biología, historia, humor, la Biblia, etc.
Siempre se destacó por su facilidad para hacer comprensibles ideas y conceptos complejos, así como por el gran volumen de su producción, escribiendo casi 500 libros
Enlace :http://www.librosmaravillosos.com/


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